El sector laboral del cuidado se caracteriza por una profunda feminización y una presencia muy significativa de mujeres migradas, así como por la alta precariedad laboral que sufren las trabajadoras. El 30 de marzo se celebra el Día Mundial de las Trabajadoras del hogar y los cuidados, una jornada de reivindicación de los derechos laborales y sociales de este colectivo. Hablamos con Pedro Moreno, asesor jurídico especializado en relaciones laborales del ámbito del Trabajo del Hogar, sobre la situación del sector y sobre el servicio de asesoramiento y acompañamiento en la gestión de trámites que ofrece la Tarjeta Cuidadora.
Según el estudio ‘ Las personas cuidadoras en el municipio de Barcelona: una aproximación a su cuantificación’ (IERMB, 2022), en términos absolutos, unas 353.000 personas ejercen tareas de cuidado en Barcelona. De éstas, unas 31.000 son cuidadoras profesionales. Se estima que el número de trabajadoras del hogar sin contrato se situaría en torno a las 2.500 personas en la ciudad de Barcelona.
El sector de los cuidados se caracteriza por una importante feminización y una fuerte precariedad laboral. ¿Qué tipo de irregularidades existen y sufren las trabajadoras de este sector?
Todo lo referente a las tareas de cuidado se está poniendo en el mapa en los últimos tiempos. Se trata de algo que existe desde siempre y que lo tenemos bien cerca, pero que hasta no hace mucho resultaba invisible. Todos y todas tenemos que cuidar a lo largo de la vida y pasamos por momentos en que tenemos que ser cuidados. Ésta es una verdad fundamental, que parecería innecesaria tener que repetir si no fuera porque hasta no hace mucho se nos pasaba por alto.
Dentro de esta visibilización de los cuidados, que es una realidad muy amplia, encontramos la reivindicación de derechos y formalización en el mercado de relaciones laborales regidas por la normativa de Trabajo del Hogar. Éste es el tema concreto que abordamos desde nuestro servicio.
El mercado laboral de Trabajo del Hogar y Tareas de Cuidado a domicilio es un escenario en el que se produce el encuentro de dos grandes precariedades: la precariedad laboral de las trabajadoras del sector y la precariedad en la provisión de servicios de cuidado a las familias. Y se lleva a cabo con la aplicación de una normativa con importantes defectos, poco o nada conocida por quien la tiene que obedecer, poco ajustada a las realidades diversas que regula y con unas exigencias de gestión que sobrepasan a menudo a los agentes que las tienen que llevar a cabo.
Eso se acaba traduciendo en trabajos que se llevan a cabo sin formalizar contrato y sin alta en la Seguridad Social, sueldos que están por debajo de las previsiones legales, descansos y vacaciones que no se respetan, finalizaciones de contrato sin pagar la liquidación e indemnización que hay que pagar, etc.
El pasado mes de septiembre se aprobó el Real Decreto que equipara las condiciones de las personas trabajadoras al servicio del hogar a las del resto de trabajadores, una reivindicación histórica. ¿Cuál es tu valoración de esta modificación?
El año 2022 ha marcado un hito fundamental en la mejora de condiciones en la regulación de las relaciones de Trabajo del Hogar y Cuidados a domicilio. Otro tema es el trabajo que tenemos que hacer todas y todos para aterrizarlas a la realidad y hacerlas efectivas en el día a día de los trabajos que se llevan a cabo puertas adentro de los hogares familiares.
Empezamos el año con una Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), en la que desde las instituciones de la Unión Europea dejaban claro que la regulación del sector vigente en España era contraria al ordenamiento jurídico por discriminatoria y había que cambiarla de manera inmediata. Este cambio de legislación llegó finalmente el mes de septiembre con el Real Decreto 16/2022. La nueva normativa incorporaba las trabajadoras del sector a la cotización por paro, a la regulación de la Ley de Riesgos Laborales y a la aplicación de la garantía del FOGASA, además de otras modificaciones importantes como la sustitución de la figura del Libre Desistimiento por la de un Despido para Causas Objectivas específico del sector.
Todo ello supone un cambio muy relevante en el ámbito normativo del sector, que va en la línea de equiparar los derechos de las trabajadoras de trabajo del hogar con las del resto de ámbitos laborales.
Estas modificaciones han venido reforzadas con los cambios en la normativa de Extranjería, introducidas por la reforma del Reglamento que se produjo el pasado mes de julio y que ha ido en la línea de facilitar algunos trámites.
Estos cambios normativos, a pesar de ser muy importantes, no transforman por sí mismos la realidad sino que nos facilitan herramientas para poder trabajar de manera más eficaz en la transformación del sector. Hace falta bajarlos y aterrizarlos.
Háblanos del servicio de asesoramiento que ofrece la Tarjeta Cuidadora: ¿Qué ofrece y a qué público se dirige?
El servicio de asesoramiento y acompañamiento en la gestión de trámites de la Tarjeta Cuidadora se dirige a familias contratadoras y personas trabajadoras del sector que quieren construir relaciones laborales más justas. La normativa coloca familias y trabajadoras como partes de la relación laboral, les atribuye unos derechos y unas obligaciones, pero muy a menudo ni unas ni otras los conocen, ni saben cómo ejercerlos ni saben cómo gestionarlo. Nuestro servicio, precisamente, lo que ofrece es eso: apoyo personalizado para conocer la normativa y aplicarla con la finalidad de profesionalizar el sector y construir relaciones más justas.
¿Cuáles son las consultas que plantean más a menudo las trabajadoras del hogar que acceden al servicio de asesoramiento?
Por parte de las personas trabajadoras, las consultas más frecuentes son las relativas a verificar que las relaciones en que se encuentran inmersas se ajusten a la legalidad. Quieren conocer sus derechos y hacerlos valer. También es habitual que consulten sobre las finalizaciones de la relación laboral y pidan que les ayudemos a hacer el cálculo de lo que les corresponde. Otro tema destacado es todo lo referente a la regularización de trabajadoras en situación administrativa irregular.
Y respecto a las familias, ¿qué tienen que tener en cuenta para llevar a cabo una contratación?
La mayoría de consultas provenientes de familias contratadoras versan sobre estos mismos temas pero desde la perspectiva de querer hacer las cosas bien hechas. Hay mucho gente que quiere hacerlo bien, aunque sea más caro y a menudo más pesado… y estamos aquí para ayudarlos a hacerlo.
Contratar una persona para trabajar en casa quiere decir ubicarse en el rol de contratador. Eso implica responsabilidad. No se trata de una opción que la familia puede decidir si cumple o no. Es una obligación. Y no es algo imposible de asumir. Conlleva trabajo, exige conocer las reglas del juego y precisamente eso, asesorar y acompañar en la gestión, es lo que les ofrecemos desde nuestro servicio. Si la familia pone un poco de esfuerzo en el momento de construir la relación laboral se ahorrará problemas después.
Las personas usuarias de la Tarjeta Cuidadora pueden acceder al servicio de asesoramiento y acompañamiento en la gestión de trámites llamando a Barcelona Cuida – Espacio de Información y orientación en el teléfono 93 413 21 21.